Recordándolos acá por Cancún, de vacaciones con la familia de Laura, estuvimos en Chichen y Tulúm, recorrido en cenotes. No me había percatado de la importancia para los Mayas del planeta Venus: al Norte de la Pirámite de Kukulcán rumbo al cenote sagrado, el templo a Venus, 4o nivel de consciencia del alma.
Al Sur el observatorio, la iglesia, la escuela de filolsofía donde soplan los vientos. Al este las 1000 columnas de los guerreros, el fuego y al poniente el juego de pelota, la tierra. Bloqueando en Tulúm el 4o centro en el secuestro que viví hace unos años, donde llegué a tener una energía por los 1700( el minimo es 2.000 angs), tener que estar aquí para reconciliar, nuevamente el planeta venus. Hablando de la tierra, la sal, vimos en Celestúm, espectáculo de cientos de flamingos al poniente de Mérida, las salinas, producto de los vientos, composición de la tierra y las capas casi superficiales de agua de mar.
La sal en la descripción bíblica de Lot, dandole indicaciones de no mirar hacia atras so pena de convertirse en sal y quedar paralizado. El pasado, que como la sal en nuestro cuerpo nos produce sudor y lágrimas, esfuerzo y sufrimiento, no volver al pasado, entonces resolver y reconciliar.
Un abrazo. Para estos nuevos aires del sur que nos llevan hacia el cosmos, a los que necesitamos con la confianza que la divinidad esta presente.
Pax para mis estimados amigos...
*Por Hector José Gómez Valdez, Administrador de Empresas, Cabalista, Cosmobiólogo y Terapeuta del Alma.
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